
El respeto, la cortesía, prosigo necesitando un caballero que además cuide su físico, su salud
Y cuando vas la semana siguiente a la biblioteca allí está , te saluda con una sonrisa enorme y tú le preguntas que tal, te dice que bien, charláis un poquito, aprovechas para preguntarle todas esas cosas que te rondaban: Qué hace por allá, que estudia, etcétera