Lo comprobarás cuando acaricies sus bonitos pechitos
Los amores de verano tienen esa gran ventaja: duran poco, pero son intensos. Aportan tanto dicha como un tanto de drama. En verano todo es fabuloso y al unísono fugaz. Ya se sabe: jamás nos acordamos de los días, sino de los momentos. Mis veranos me los obsequian. O, más bien, yo me los busco.