Que podía estar quieto y tranquilo en un lugar

Laura se deslizó fuera de la cabina y caminó de forma lenta hacia el baño. El vestido se separaba con cada zancada y sus muslos estaban expuestos a cualquiera que los mirara. Podía sentir el rubor de la vergüenza desde su pecho hasta su cara. Bajó la vista y pudo escuchar a ciertos hombres señalándola.